Nacer en la sal.
Jugar en la sal.
Crecer en la sal.
Dejar la sal.
Para estudiar.
La cocina.
Y encontrarnos.
Y viajar lejos.
Muy lejos.
Con la maleta y el corazón.
Lo sueños.
Y la sal.
La sal que hace mi padre.
Que envasa mi madre.
Con la que nosotros cocinamos.
Para la honra.
De la sabiduría y sacrificio de mi familia.
De la historia no contada de las Salinas de Añana.
De la sal.
Un restaurante y experiencia
viva
de Jokin Loma y Belén Sandrin.